El proyecto se realiza a través de la colaboración en red de un equipo interdisciplinar de ingenieros, arquitectos, docentes, diseñadores, industriales y por supuesto, los niños y familias.
Eiron es también el origen del término moderno ironía. Al igual que este personaje de la comedia griega, los niños que parecen ser el eslabón débil de la sociedad, son capaces de enfrentarse al importante problema de diseñar un espacio público en base a reconocer sus propias fortalezas. !Qué ironía!
La zona de aplicación es el espacio vacío generado tras el derribo del edificio militar situado al lado de la Fundación Luis Seoane en A Coruña, una zona privilegiada por las vistas y el soleamiento. Este espacio supone un punto de descanso en el recorrido a lo largo del perímetro de la muralla.
A lo largo de nueve meses se trabaja con niños de entre 4 y 12 años en los cursos de Nenoarquitectura de la Fundación Luis Seoane se trabaja sobre el diseño general del espacio de juego situado al lado de la propia fundación.En esta primera fase participan 51 niños y sus familias repartidos en 3 grupos según la edad: Tropieza (4-5), Empieza (6-9) y Despieza (10-12). A partir de aquí el relevo ha sido tomado por los nuevos y veteranos participantes del programa que han ido creciendo con el proyecto.
Tras haber realizado el análisis previo de la parcela se propuso una primera clase de diseño de mobiliario de juegos infantiles. En esta ocasión la dinámica fue llevada a cabo por el grupo Empieza.
A cada participante se le proporcionaron las 13 piezas equivalentes a una bandeja de Super Lupo y con ellas tenía que no solo diseñar una construcción-juego sino que posteriormente debería documentarlas en forma de plano con dibujos en planta y alzado.
La parte final de esta dinámica consistió en una exposición en la que cada alumno mostraba su construcción al resto de la clase y explicaban el proceso de diseño.
Siguiendo con el trabajo del proyecto #EIRÓN y para conseguir tener una visión lo más global posible se promovió una sesión en la que nos visitaran algunos miembros de la Asociación de Vecinos de la Ciudad Vieja para que nos contaran como era la ciudad cuando ellos eran niños.
Tras más de 6 años de preparativos y espera se ha realizado la obra, la cual ha traído alguna que otra sorpresa. La entrada en acción de las excavadoras deja al descubierto la cara interna de la muralla y descubre lo restos de una antigua cantera empleada para la extracción de piedra para las construcciones de la ciudad.